viernes, 15 de febrero de 2008

A4R, ipcc. Nov 2007.

Intergovernmental Panel on Climate Change
Fourth Assessment Report
Climate Change 2007: Synthesis Report
Summary for Policymakers
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miércoles, 7 de marzo de 2007

Cambio Climático 2007: Resumen para Líderes Políticos (Policymakers). IPPC.

INTERGOVERNMENTAL PANEL ON CLIMATE CHANGE
Climate Change 2007: The Physical Science Basis

Summary for Policymakers

Contribution of Working Group I to the Fourth Assessment Report of the
Intergovernmental Panel on Climate Change

This Summary for Policymakers was formally approved at the 10th Session
of Working Group I of the IPCC, Paris, February 2007.
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viernes, 23 de febrero de 2007

E-DICEPS. 0. Presentación.

0.
Las tendencias hacia una mayor y creciente descentralización, del cual nuestro gobierno da claras muestras de haber asumido como una de las características centrales de sus realizaciones (tal como lo demuestra el reciente traspaso del sistema de protección social a las municipalidades del norte: ver www.mideplan.cl / noticias,19.02.07), han terminado por aceptarse en todo el mundo, como una de las condiciones estratégicas de las formas actuales de democracia y se han constituido en el foco de atención de todo un complejo sistema de organismos e instituciones que conjugan voluntad, recursos humanos y financiamiento para el desarrollo de estudios, metodologías, análisis y formas de implementación de esta re-forma que actúa como una clave central para avanzar en la constitución plena de sociedades de democracia avanzada: desarrolladas, equitables y basadas en derechos.

En efecto, producto de la globalización y de sus formas democráticas, las demandas por un desarrollo social equitable, acorde con necesidades imprevisibles que reflejan y actúan sobre un escenario mundial siempre cambiante y en consecuencia cada vez más complejo e incierto, hacen urgente el desarrollo de líneas teóricas y formas de acción que manifiesten una creciente flexibilidad y adaptabilidad. Ello a su vez, implica el desarrollo de personas y grupos que objetiven y sean capaces, de reflejar la condición de sus miradas, sobre la base participativa de la comprensión activa de sus contextos locales. De allí que el concepto de “autonomía”, aparezca también como una de las cualidades que deben conjugarse con la descentralización y ello, por cierto, implique el desarrollo de la capacidad de las personas a tomar decisiones oportunas, informadas y coherentes, a todos los niveles de su vida social.

En este contexto de búsqueda decidida de una creciente participación y avance de las sociedades democráticas hacia la equidad y la armonía, el rol de producir, distribuir, procesar y analizar la información a través de canales fluidos y efectivos de comunicación, que logren desplazar el centro unívoco de atención de los grandes poderes, aparece como un desafío central de la política pública contemporánea. Ello sería en rigor utópico, si no existiera la posibilidad de desarrollar de manera apropiada los nuevos dispositivos y herramientas tecnológicas de comunicación interactiva, de los que la humanidad se ha dotado en los últimos 30 años y que en nuestro país han hecho eclosión –de manera por demás sorprendente-, en los últimos 10 años.

Para dimensionar el impacto de las nuevas tecnologías, bástenos recordar tan solo que en 1998 había 150 mil conexiones a Internet y que al 2006 se cuentan cuatro millones, para no decir nada de los teléfonos celulares, que de caros productos para una reducida elite, hoy llegan a los 12 millones en el país, con uno de cada dos niños de edad escolar que lo posee. Sin duda que este hecho llama a convocar una reflexión activa e innovadora acerca de la mejor forma de utilizar estos recursos socialmente disponibles en beneficio de las personas y los intereses superiores del servicio público. Nuestro gobierno (los gobiernos democráticos: el ejercicio de poder de la Concertación) destaca con seriedad y constancia la comprensión que tiene de esta situación. Es así que más allá de la retórica, plasma con hechos constatables la dimensión estratégica que a esta dimensión otorga.

Si el Artículo 8 de la Nueva Constitución Política de la República (2005), determinaba el marco de importancia -y dotaba del mecanismo legal necesario para su materialización-, a la transparencia y la probidad de la función pública, el Instructivo Presidencial sobre "Transparencia Activa", del 04.12.2006, lo asume con realismo y precisión, objetivando el llamado histórico a constituir un Estado de las personas. Con este instructivo presidencial, la presidenta Bachelet, conjuga los principios teóricos con su aplicabilidad práctica y al dar muestras concretas del desarrollo creciente, de una estrategia, realiza un aporte no menor hacia la plena conformación de la Sociedad del Conocimiento. En efecto, dicho instructivo presidencial, dice: “La Transparencia Activa, esto es la publicidad de la información por parte de los organismos públicos, de propia iniciativa y sin necesidad de requerimiento alguno, permite acercar la información a las personas, garantizarles el acceso a ella por medios expeditos y gratuitos y dar mayor concreción al principio de transparencia”. En el punto 5 del siguiente trabajo entregamos estos antecedentes -a los cuales la presentación de este sitio responde como un eco-, con mayor detalle.

Las urgentes tareas de coordinar la interacción y dotar de contenidos adecuados, a un universo de actores socio-técnicos cada vez grande, en la medida que va incorporando en la sociedad el sentido de un Sistema de Protección Social de carácter Universal, que tiene por propósito la dotación efectiva de capacidades de gestión a las regiones y territorios y que al mismo tiempo debe ser capaz de desarrollar las visones estratégicas y prospectivas que permitan enfrentar en buenas condiciones las situaciones imprevisibles que caracterizan cada vez más el mundo global en que nos encontramos, hacen inequívocamente, que los grandes temas de la “transmisión” (más que de la comunicación, es decir de dotar de contenidos humanos a las redes tecnológicas: ver Régis Debray, “Introducción a la Mediología”. Paidos, Bs.Aires 2001) se encuentren llamados a ser el punto de convergencia de las necesidades humanas, las honestas voluntades políticas y las estrategias metodológicas que se requieran para solucionarlas.

Mideplan quien se encuentra a la vez a la cabeza y en el corazón de las Políticas Sociales en Protección Social, por cuanto la presidenta le ha otorgado la gran tarea de ser el ente institucional que diseña políticas, que las implementa y que posteriormente las pone en coordinación con el conjunto de los actores públicos para que se ejecuten y se plasmen directamente por aquellos organismos más especializados en cada una de las temáticas, será en consecuencia el coordinador, de las políticas que en esta perspectiva, defina el gabinete Social y que van a seguir siendo aplicadas desde los respectivos ministerios, que conforman los cuatro ejes de la protección social. De manera adicional Mideplan asume el rol de evaluación del impacto de lo que son las políticas públicas en materia de protección social. Esta nueva mirada, ya no desde el punto de vista de las carencias, sino que de las vulnerabilidades acerca de las condiciones de vida de una gran parte de nuestros compatriotas, se plasma por ejemplo, en un instrumento que permite medir la realidad de manera diferente de lo que se ha estado haciendo hasta ahora. Es así como entre este año y el próximo se aplicará la ficha de protección social cuyos resultados permitirán al país disponer de una sólida base de mediciones efectivas y ajustadas a las nuevas condiciones sociales, para focalizar recursos y diseñar las nuevas políticas públicas. En efecto, Mideplan tendrá un gran rol articulador de programas sociales que, sin ponerlo en el papel de ejecutor directo, tendrá la capacidad presupuestaria para ir asignando recursos para la ejecución de los diferentes programas que dicen relación con el sistema de protección social.

De esta manera, en el presente informe, que de acuerdo a los términos de referencia, llamamos Diseño Comprensivo de Estrategias en Protección Social (o E-DICEPS), hemos tratado de presentar algún material tomado de fuentes diversas, que aunque con distinto nivel de desarrollo analítico, permita sin embargo introducir la atención sobre temas que a nuestro parecer marcarán la agenda de los próximos años en la política Pública de Protección Social. De la suerte, hemos querido recoger la importancia de los siguientes temas: relaciones internacionales, rol creciente de la ciencia, redes electrónicas y sistemas de evaluación. Ajustando nuestra comprensión de las tendencias mundiales y los instrumentos constitucionales y mandatos presidenciales en vigor, a las capacidades de que disponemos, habilitamos un sitio web dónde este trabajo de 30 páginas se presenta (y esperamos continúe, según los avatares del suceder), y se pone a disposición de la subsecretaría, para lo que ella estime conveniente.

En la siguiente entrada el índice de materias, agrupadas según diferentes entradas.

RMH/

E-DICEPS. 1. Índice de contenidos.

Estudio - Diseño Comprensivo de Estrategias en Protección Social.
(E-DICEPS)


Rainer María Hauser.


Índice de contenidos.

1. Importancia de los procesos de globalización en el diseño de las políticas sociales.
1.1. Conocimiento y poder tecnocientífico en la democracia avanzada.

2. Gobernabilidad electrónica, definiciones y alcances.
2.1. Objetivos de la gobernabilidad electrónica.

3. El Gobierno Electrónico en Chile.
3.1. Políticas, planes y programas.
3.1.1. Organismos competentes en materia de Gobierno Electrónico en Chile.
3.1.2. Agenda de Gobierno Electrónico 2002-2005
3.1.3. Comité de Normas
3.1.4. Coordinador Gubernamental de TIC
3.2. Agenda Digital 2004-2006
3.3. Marco Legal de competencia.
3.4. Prioridades en la continuación de la estrategia de Gobierno Electrónico.

4. Consideraciones acerca de la Sociedad del Conocimiento e Internet.
4.1. La ciencia como un desarrollo en interés del público.
4.2. Iniciativas de acceso a material científico on-line.

5. Transparencia de la Gestión.
5.1. Gobierno Transparente
5.2. Un antecedente “ejemplar” a la “transparencia activa”

6. Notas sobre Monitoreo y Evaluación.

7. Por un “ayuda memoria” sobre M&E.
7. 1. Aspectos generales de Monitoreo y Evaluación (M&E)
7. 2. Marco organizacional y distribución de roles.
7.3. M&E en la función pública en Chile.
7. 4. Consideraciones sobre el SSPG.
7.5. Resumen M&E.



Santiago, febrero 2007.

E-DICEPS. 1.1. Conocimiento y poder...

1.1. Conocimiento y poder tecnocientífico en la democracia avanzada.

El conocimiento no sólo se ha convertido en una de las claves del desarrollo económico, sino que además contribuye al desarrollo humano y la autonomía (empoderamiento) de los individuos. En este sentido, mas allá de que el conocimiento aparezca como una fuente de poder desde los primeros momentos de la organización social humana, se presenta como una fuente de poder “virtual” por su capacidad de creación potencial de prevención y manejo de escenarios y porque alimenta la capacidad de acción de los grupos y las personas. El relativamente lento surgimiento de la conciencia de este hecho, así como la velocidad exponencial con que se ha empezado a postular el paso de la sociedad de la información –cuando aun no termina de instalarse…- hacia las sociedades del conocimiento, tal como lo plantea la UNESCO y otras organizaciones líderes dentro del concierto mundial, (
www.wsis.org) ha llevado a una ampliación sin precedentes de las posibilidades de intervención y participación social de los individuos en las sociedades modernas, que así sea aún lejos de alcanzar el máximo sentido esperable de sus potencialidades, se plasma en primer lugar en la libertad del reconocimiento de instituciones democráticas abiertas a la participación de todos.

Desde los inicios de la historia de occidente, en la democracia ateniense, la capacidad (distintos tipos y facultades de ella) aparece como un elemento constitutivo de la ciudadanía. Así, la participación en las elecciones a lo largo de la historia –ya sea en un contexto censitario, o más o menos democrático, siempre tuvo como condición previa una determinada capacidad, cuya definición ha cambiado considerablemente con el tiempo y las circunstancias y que a no dudarlo, seguirá cambiando en los tiempos a venir. El sufragio universal que conocemos y practicamos, sólo se ha convertido en una realidad democrática efectiva con la generalización de la educación para todos y la definición de una mayoría de edad en la que los hombres y mujeres adquieren el derecho de voto, y plena posesión de sus derechos ciudadanos, ocurre en un período mucho mas reciente que lo que tendemos a pensar (y no nos referimos al reciente paso de la dictadura a la democracia). Por cierto, el que estos elementos puedan darse dentro de un contexto en el que los medios informativos sean libres e independientes, es de muchas maneras un logro al que dada su concentración en determinadas manos propietarias y situaciones monopólicas de facto, es una tarea que no hemos realizado como sociedad, pero a la cual seguiremos abocados. Los aspectos relativos a la difusión científica y a la fusión cada vez mayor de lo académico y lo político en el seno de las administraciones contemporáneas, encuentran sin duda un importante apoyo en el desarrollo de las TIC´s y particularmente de Internet, que seguirán modificando nuestros hábitos y en brindando posibilidades a la difusión del conocimiento, que, como decimos, es, ha sido y seguramente seguirá siendo cada vez más, una condición necesaria y un componente esencial en el diseño, orientación y desarrollo de las posiciones políticas en el espacio social público y la entrega de servicio con vistas al bien común de los grupos y las personas, cualquiera que sea su condición.

Aunque parezca una paradoja, por otra parte, si el conocimiento es la condición que permite identificar la capacidad de los ciudadanos a participar en la toma de decisiones en una sociedad democrática, también será necesario estar atento a que las disparidades de conocimientos entre los ciudadanos de una misma democracia no conduzcan a otorgar a los que más conocimientos poseen una autoridad excesiva en el debate público. También hay que desarrollar los mecanismos de participación evaluativa necesarios para que la coincidencia histórica de las sociedades del conocimiento y de los regímenes democráticos no desemboque en un poder tutelar conferido a un círculo reducido de expertos y especialistas en asuntos públicos, como de alguna manera lo hemos visto en distintas manifestaciones recientes del ejercicio y como genéricamente se atribuye al funcionamiento de la llamada “tecnocracia”. En efecto, la autoridad de un experto dista mucho de ser siempre legítima, sobre todo cuando se aventura fuera de su ámbito de especialización y pretende ejercer un magisterio moral sobre cuestiones públicas que muy a menudo guardan relación con las preferencias colectivas y exigen acuerdos comunes de otro orden y de acuerdo a criterios de especificidad que no formaban parte de la situación de origen a la que remite el cargo y la investidura.

Una de las principales fuentes de la aparentemente creciente falta de participación social, ha sido reconocida en la generalizada sospecha de que las decisiones reales se adoptan fuera del espacio público, en función de las posiciones de distintos grupos de interés próximos a las distintas manifestaciones del poder y que en consecuencia el debate democrático sólo es una práctica puramente formal. Esta situación, en la situación de inflexión social que parece enfrentarnos a la historia, permite preguntarse si en las sociedades del conocimiento, el manejo adecuado de las fuentes de información y conocimiento, así como de los mecanismos instrumentales que permiten la generalización de las competencias técnicas, no será a su vez, el medio para impedir los abusos de poder de “expertos” y la fuerza de los grupos de presión, ya que cuando todo individuo posee el conocimiento suficiente que le permite ser capaz de evaluar el campo de especialidad y la autoridad relativa de los conocimientos técnicos de los expertos, éstos por una parte se verán “liberados” de la presión continua de tener que responder a cuestiones que no manejan, pero que se ven llevados a asumir y por la otra, cuando decidan entregar sus recomendaciones, estarán obligados a rendir cuentas al público de las repercusiones y resultados de sus recomendaciones en las decisiones colectivas, por cuanto, junto al desarrollo de las capacidades del conocimiento, se habrán desarrollado las herramientas tecnológicas que permitirán a la vez formarlo y darle continuidad.

De esta manera, es también una posibilidad abierta al futuro de nuestros desarrollos humanos, el que el desarrollo de las sociedades del conocimiento, abra camino a nuevas formas y distintos estilos de democracia más participativa, dónde las modalidades de interacción y los códigos protagónicos de su reformulación entre los distintos actores socio-técnicos, pudieran adquirir una influencia determinante, que no necesariamente habría de poner en tela de juicio las modalidades actualmente en vigor de designación de los legisladores y dirigentes y en consecuencia la legitimidad representativa que poseen en tanto pilar constitucional de las instituciones democráticas. En efecto, se trataría de conjugar las condiciones de una práctica que aparece como sólidamente respaldada por los imaginarios sociales de los colectivos y las modalidades investigativas que dieran cuenta de la utilización innovativa de las nuevas herramientas tecnológicas que la particular fusión de ciencia y tecnología producida en nuestros días, ha puesto al alcance de una cantidad enorme de personas, como una situación de transición hacia niveles crecientes -aunque eventualmente diferentes, en razón de transformaciones cualitativas-, de articulación de mecanismos conocidos y no (aún) de participación y control, pero que se dejan entrever en las posibilidades que presenta a la humanidad el desarrollo de los sistemas que utilizamos en ámbitos diferentes, pero que manifiestan cada vez más como evidencia intrínseca, su característica de convergencia.

Las condiciones de ejercicio de la “democracia técnica”, el contexto de inevitable internacionalización en que se desarrollan aún sus manifestaciones internas, así como la necesidad de hacer coincidir las opiniones de la diversidad de expertos correspondientes a los temas convergentes, para la toma de posiciones, hace que sea una característica de los “foros” (modalidad hegemónica actual de instancia de diseño de políticas y acuerdos sobre toma de decisiones), el que se presente una abigarrada heterogeneidad de protagonistas en discusiones sobre cuestiones de carácter técnico o científico y que sus resultados, aparezcan como fuente preferencial de apoyo a determinadas decisiones políticas, que en esas instancias se sustenten. La complejidad de los temas, desarrollados acumulativamente desde el siglo pasado y exponencialmente por el fermento de la tecnología de la información, encuentra en la convergencia práctica de otros saberes un escenario en el que cada vez más y hasta niveles actualmente inimaginables, la formación y el desempeño de las actividades diferenciadas que caracterizaron la ciencia “cartesiana”, se verán sustituidos por nuevas modalidades de generación colectiva de conocimientos y en los que en cada una de sus expresiones se hace cada vez mas difícil determinar si se tratará de las condiciones científicas de lo político o de las condiciones políticas de lo científico. Con el desarrollo –ya presente- de las sociedades del conocimiento, los grandes debates de política científica, requerirán de la acabada formación de un nuevo tipo de “expertos-inexpertos”, que puedan manejar la data necesaria a la comprensión de los puntos de fuga, más que abrigarse con el escudo protector de sus certezas disciplinarias. No es otra cosa lo que vemos cuando se discute de biotecnología, temas de propiedad intelectual (TRIPS), bioética, Organismos Genéticamente Modificados (OGM), nanotecnologías, etc., en los foros coinciden una amplia gama de participantes de distintos niveles, oficiales y no, expertos, políticos, organizaciones no gubernamentales, medios informativos, empresas y ciudadanos, que expresan enfoques y sostienen posiciones distintas, que se continúan más allá de esas instancias, para ir enraizándose de distintas maneras y cobrando fuerza en los distintos contextos sociales de sus proveniencias, pero que encuentran la repercusión de su práctica en la hasta hace poco inimaginable concepción sistémica (y en rigor metafísica), de un planeta dónde cada hecho está relacionado con la totalidad y donde cada persona es responsable de todos. El paradigma de ello, por cierto es la importancia creciente que adquiere en los distintos temas, el tratamiento de los temas medio ambientales. Un ejemplo tan duro como reciente de ello, es la difusión de los resultados de la investigación llevada a cabo durante seis años por distintos grupos de expertos, realizada por el Panel Intergubernamental de Cambio Climático, de las UN en febrero en París. (IPCC/ Summary for Policymakers, en LINC:
www.siischilesolidario.blogspot.com)

Sin duda que estas condiciones del “Mind-Set” contemporáneo, posibilitan nuevas formas de participación colectiva en las tareas de construcción de un efectivo Sistema de Protección Social Universal en nuestro país, que permita convocar la reflexión científica en investigaciones que aporten sustantivamente al logro de sus tareas estratégicas, así como facultan a sus autoridades a liderar el llamado a un ejercicio responsable de un conocimiento científico que para ser sustentable, no puede menos que destinar parte importante de sus esfuerzos y potenciales a la investigación aplicada en formas concretas y operativas de resolver los problemas de inequidad que enfrentamos como país, al tiempo que se implementan estrategias de difusión social de las nuevas condiciones que reconfiguran el espacio social. Mideplan, particularmente, en su rol de coordinador de la política Social, habría de sugerir a la autoridad el diseño un programa que permitiera destinar obligatoriamente un porcentaje significativo del presupuesto de la “iniciativa científica programa Millenium”, a investigación aplicada en energías alternativas sustentables directamente relacionadas con los temas de superación de la pobreza. De la misma manera, habría de ser convocada una efectiva participación productiva del Estado en la solución de los temas de la pobreza, que hiciera sustentable en el tiempo la promoción iniciada con el programa Chile Solidario y que en el estado actual, no garantiza realmente ninguna inserción efectiva y permanente en la vida social productiva, de las familias que terminen el período de asistencia y “seguimiento”. Las propuestas del subsidio hechas por la “comisión Marcel”, deben haberlo así entendido.

1.2. Finalmente, una mirada crítica sobre las enormes concentraciones y tendencias monopólicas de los nuevos “imperios” tecnocientíficos contemporáneos, así como de propuestas de acción y sugerencias a la sociedad civil y los gobiernos en el sitio
www.etcgroup.org

jueves, 22 de febrero de 2007

E-DICEPS. 2. Gobernabilidad electrónica. 2.1. Objetivos

2. Gobernabilidad electrónica, definiciones y alcances.
La gobernabilidad electrónica se refiere al uso de las tecnologías de la información y la comunicación por parte del sector público con el objetivo de mejorar el suministro de información y el servicio proporcionado. De esta manera, se trata de estimular la participación ciudadana en el proceso de toma de decisiones, haciendo que el gobierno sea más responsable, transparente y eficaz.
La gobernabilidad electrónica implica nuevos estilos de dirección, nuevas formas de debatir y decidir políticas e inversiones, nuevas maneras de escuchar a los ciudadanos y de organizar y proporcionar información y servicios.

La gobernabilidad se refiere al ejercicio de la autoridad política, económica y administrativa en la gestión de los asuntos de un país, incluyendo la expresión por parte de los ciudadanos de sus intereses y el ejercicio de sus derechos legales y obligaciones. La gobernabilidad electrónica se puede entender como la capacidad de esta gobernabilidad, a través del medio electrónico, de facilitar un proceso de diseminación de la información eficaz, rápido y transparente para el público y otras agencias, y para desarrollar actividades administrativas eficaces por parte del gobierno.

La gobernabilidad electrónica es considerada generalmente como un concepto más amplio que el de gobierno electrónico, ya que puede traer consigo un cambio en la manera en como los ciudadanos se relacionan con el gobierno y entre ellos. La idea de adoptar las TIC es para ir más allá que la información pasiva dada hasta ahora para activar la participación en el proceso de toma de decisiones. La gobernabilidad electrónica puede presentar nuevos conceptos de ciudadanía, tanto refiriéndose a las necesidades del ciudadano como a sus responsabilidades. Su objetivo es comprometer, capacitar y dar poder al ciudadano.

2.1. Objetivos de la gobernabilidad electrónica.
Mejorar la organización de los procesos internos de los gobiernos.
Proporcionar mejor información y un mejor servicio.
Acrecentar la transparencia gubernamental para reducir la corrupción.
Reforzar la credibilidad política y la responsabilidad.
Promover prácticas democráticas a través de la participación y la consulta del público.

E-DICEPS. 3. Gobierno Electrónico en Chile

3. El Gobierno Electrónico en Chile.

En nuestro país, el principio estratégico que consolida la concepción genérica de la incorporación de las nuevas tecnologías a la gestión gubernamental, como condición necesaria del proceso de modernización y establece los mandamientos para llevarlo a cabo, a través de su aplicación y desarrollo, remonta al año 2001. Aunque ha sufrido algunos cambios en su aplicación y desarrollo y su período actual se encuentra de alguna manera “inmovilizado” en desarrollos internos que nos son desconocidos, sin que haya un relanzamiento que exprese la clara voluntad política de continuar con el planteamiento inicial y desarrollar una Agenda Digital que se prolongue hasta el bicentenario (información disponible y “actualizada” en
www.modernización.cl) Es pertinente recordar los lineamientos generales del proceso que precede, tanto por la calidad de su diseño, como por el inevitable impacto que ha producido en nuestra forma de hacer las cosas y porque a no dudarlo, continuará siendo el referente histórico de los desarrollos posteriores que habrán de producirse. Diversas organizaciones internacionales, como el CLAD y el SIARE, por ejemplo, así como estudios y documentos elaborados por los organismos involucrados con el seguimiento de las condiciones de la Cumbre Mundial de la Información (CMSI), ITU, PNUD, etc., y de acuerdo al establecimiento de índices comparativos y matrices de desempeño, han destacado por otra parte, la calidad de los procesos y resultados desarrollados en este ámbito en nuestro país, situándolo por ello en el primer lugar del desarrollo continental, y en el de un muy honroso puesto 27 entre las naciones del mundo. (Ver entre otros, el informe de Desarrollo Humano 2006 del PNUD y el informe elaborado en el Foro de e-Gobierno OEA 2004, por el foro de Políticas y Planes de e-Gobierno).